Ganymede.

Y cuando vaya pasando el tiempo de este modo,
y se toquen los cuerpos en los gimnasios y en otros lugares públicos,
entonces ya aquella fuente que mana, a la que Zeus llamó ‘deseo’,
cuando estaba enamorado de Ganímedes, inunda caudalosamente al amante,
lo empapa y lo rebosa.

Platón, ‘Fedro’.

A pesar del esfuerzo de cristianos y neoplatónicos por adscribir el mito de Ganímedes al rapto místico, el arrebato sexual se ha resistido a desaparecer. No todos los días el rey de los dioses se encapricha de un joven al que convierte en ‘copero’ y más tarde en constelación. Ganímedes ha sido un faro y un espejo en el que mirarnos cuando no se podía hablar abiertamente de homoerotismo. El mito justificaba no sólo su existencia, sino también la sospecha de que ‘el que prueba repite’. Dicen que la metáfora ya no es necesaria, porque ya estamos en la era de Acuario, el aguador, Ganímedes. Ya veremos.

David Trullo, mayo 2021

Edición de 100 ejemplares.
Tamaño 15×10 cts 16 paginas.
Todos los ejemplares incluyen una obra firmada y numerada.
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