A menudo me suelen preguntar por las grietas y las texturas en mi fotografía. Solo alcanzo a pensar en las tardes de verano que durante mi infancia pase en La Mancha. Mis padres se afanaban en seguir encalando las paredes mediante una  superposición de capas sobre lo ya encalado. Como sedimentos de mi propia memoria, estas texturas se han ido fijando en mi, hasta dejar un poso tenue de memoria de lo vivido.

Soy un artista que proviene del mundo de la pintura, una pintura cargada de materia e influenciada por las tendencias  expresionistas de los 80. Con la entrada del nuevo milenio decido hacer un corte en mi manera de entender el arte y doy un giro de 180 grados. Para volcarme hacia las nuevas tecnologías. Es la oportunidad de poder experimentar con la fotografía digital como si de pintura se tratara.

Es en ese momento cuando empiezo a enfocar el paisaje con un punto de vista mucho más clásico, ahora vienen a mi mente Friedrich, Constable, Turner y un largo etc. de pioneros de la fotografía.